Muchos cambios derivados de la crisis climática han causado daños irreversibles. Para diversas instituciones especializadas, es cuestión de tiempo para que múltiples seres vivos se vean expuestos a la extinción, incluyendo irremediablemente a los humanos.

Los estudios realizados por el doctor Misao Fukuda —Instituto de Salud M&K en Ako— sustentan cómo comenzaría todo: los bebés del sexo masculino dejarían de nacer debido al cambio climático.

Fukuda y su equipo de investigadores inician la explicación de este hallazgo aludiendo a las temperaturas extremas que la crisis ambiental genera en toda la tierra

El doctor Fukuda recuerda en su texto que el cambio climático de estación a estación ya genera de por sí algunos riesgos para las madres gestantes: dificultad para absorber proteínas, vulnerabilidad a enfermedades respiratorias, incremento de exposición a toxinas por la humedad y alteraciones drásticas en la calidad de la alimentación.

Dado que la crisis climática hace que la temperatura varíe de un extremo a otro en muy poco tiempo, los peligros se incrementan, pero resultan más notorios en las madres que esperan varones.

Para dar este resultado, los involucrados en el estudio recopilaron los registros de temperatura ambiental de 1968 hasta 2012, de la Agencia Meteorológica de Japón.

De este modo, pudieron comparar las cifras climáticas con el número de abortos espontáneos registrados en la base de datos de las Estadísticas Vitales de Japón, durante dicho lapso.

Cabe mencionar que Fukuda y su equipo se concentraron en dos grandes acontecimientos climáticos: el verano demasiado caluroso de 2010 y el invierno extremo de 2011. Curiosamente en ambos periodos, se elevó notablemente el número de abortos espontáneos de fetos masculinos.

Por otro lado, los abortos espontáneos de fetos femeninos mantuvieron una cifra promedio, aún bajo los eventos climáticos extremos. Para Fukuda, los fetos masculinos son en general más vulnerables a no terminar de desarrollarse debido a situaciones externas.

Gracias a las cifras recopiladas, los especialistas rematan asegurando que desde 1970 la temperatura anual en Japón ha cambiado drásticamente. Desde ese año, han nacido menos hombres que mujeres.

Cabe mencionar que Fukuda añade que desde la década de los 70, los partos prematuros registrados en los hospitales japoneses han correspondido en más de la mitad de los casos a bebés varones.

Los investigadores aseguran que continúan investigando los daños del cambio climático en los fetos masculinos, pero no tienen duda de su correlación.

Fukuda y su equipo son conscientes de que la crisis ambiental afecta más a unas regiones que a otras. No obstante, los estragos de temperatura son cada vez más perceptibles en todo el planeta. Para los especialistas, la raza humana podría desaparecer en pocas décadas.

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