Los delfines se ganan el corazón de todo el mundo ya que son simpáticos, juguetones y buenos nadadores. Sin embargo, todavía hay muchas cosas que la gente no sabe sobre estos mamíferos marinos. Los delfines se cuentan entre los animales marinos más inteligentes: son capaces de formar relaciones muy estrechas y tienen un carácter profundamente emocional, muy parecido al de los seres humanos. Toda esa emoción y compasión salió a relucir cuando un grupo de delfines le salvó la vida a un perro que se estaba ahogando.

No había ningún ser humano que lo pudiera socorrer, y tampoco había perros cerca. Es la historia de un doberman que se cayó en un canal, en la Isla Marco (Florida), según reportó WPTV News. Nadie oyó el chapoteo que hacía en el agua: el perro no tuvo suerte, pues pasó completamente desapercibido. Pero afortunadamente, la ayuda que el doberman estaba necesitando finalmente llegó. Eran unos rescatistas majestuosos y de buen corazón. ¡Pero nadie hubiera podido imaginar algo así!.

Un grupo de delfines acudió al rescate tras escuchar el desesperado chapoteo que hacía el pobre perro mientras se ahogaba. Seguramente los delfines escucharon el ruido en el agua y se acercaron para ver qué pasaba, por pura curiosidad. Y cuando vieron que el perro estaba en apuros, decidieron actuar.

El doberman se había quedado atascado en el canal. De inmediato empezó a entrar en pánico, pues no había ningún humano cerca que pudiera salvarlo. Aunque no tienen extremidades, los delfines encontraron la forma de ayudar al perro a salir.

Los delfines se pusieron a nadar alrededor del área, haciendo tanto ruido como les era posible. Los reportes indican que los ruidos eran tan fuertes, que los habitantes del lugar salieron para ver qué estaba causando tanto alboroto. Fue entonces cuando vieron al perro ahogándose, así que un vecino llamó a las autoridades. Finalmente, un oficial saltó al agua y sacó al perro del canal. El pobre animal estaba traumatizado, pero al final todo salió bien.

Se estima que el perro pasó 15 horas atrapado en el canal. Durante todo ese tiempo tuvo que patalear para mantenerse a flote, lo que supone una hazaña increíble para un animal terrestre. Pero a pesar de sus esfuerzos, el doberman no hubiera podido sobrevivir de no haber sido por la ayuda que le brindaron los delfines.

Era un perro fuerte, pero le debe su vida a los inteligentes delfines que actuaron rápida y valientemente para salvarle la vida. Aunque muchas personas no quieran creerlo, esta historia es una prueba muy clara de la inteligencia emocional que pueden exhibir ciertos animales. Mientras más aprendemos sobre los delfines, más descubrimos que en el fondo son muy similares a nosotros los humanos. Es obvio que tanto los delfines como los humanos nos preocupamos por los perros.

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