Se tiene como objetivo desarrollar un tratamiento que pueda ser utilizado en forma de inhalador nasal, para bloquear directamente la replicación del virus en el tracto respiratorio.
El equipo del Laboratorio de Biotecnología Médica de la Universidad Austral de Chile ha logrado extraer del sistema inmune de una alpaca un «superanticuerpo» capaz de «neutralizar completamente» el coronavirus, incluso en sus variantes más infecciosas, según han dado a conocer esta misma semana.
El equipo ha sido encabezado por el doctor Alejandro Rojas,y aseguran haber invertido «intensos meses de trabajo» utilizando diversar herramientas de biología molecular para obtener este resultado, que ya ha sido publicado en el portal científico Biorxiv.
El resultado perseguido por los responsables de este proyecto es la creación de una terapia de bajo coste y alta eficacia, en forma de dispositivo inhalador que administre directamente este anticuerpo, que se ha revelado capaz de detener el avance del virus en los pacientes, así como su agravamiento y su transmisión.
Un poderoso anticuerpo neutralizante
Este proyecto comenzó con la muy prometedora reacción de una alpaca llamada Buddha a la inoculación de proteínas del coronavirus. El camélido generó anticuerpos de alta calidad que le garantizaron una consistente inmunidad frente al virus.
A partir de ese momento comenzó un complejo trabajo de investigación genética en la universidad chilena para poder reproducir los anticuerpos en el laboratorio: fue necesario revisar más de 6 millones de nanoanticuerpos hasta dar con el extraordinario W25, al que el doctor Rojas se ha referido en alguna ocasión como «un regalo de la naturaleza».
El nanoanticuerpo W25 es el que presenta actualmente la mayor eficacia reportada en el mundo contra ‘spike’, una de las cuatro proteínas estructurales del coronavirus.
También conocida como proteína ‘S’, es la encargada de la unión de la partícula del virus al receptor de la célula a la que infecta y, por lo tanto, es el elemento determinante del tropismo del virus, es decir, de su mecanismo básico de avance y propagación. Además, es responsable de la actividad de fusión entre la membrana viral y la celular, el proceso que permitirá liberar el genoma del virus en el interior de la célula infectada.