Júpiter hizo un enorme esfuerzo por abrazar y besar a su cuidadora quien lo rescató de un circo.

Este tierno león es Júpiter, un animal realmente amado en Colombia, país donde aún vive. El felino se hizo famoso hace 3 años, mientras habitaba en el Refugio Villa Lorena (Cali): su rescatista y cuidadora, Ana Julia Torres, lo rescató de un circo en donde lo maltrataban constantemente. No tenía garras y estaba tan desconfiado de los humanos que terminó desarrollando una fobia hacia el contacto con los mismos, cosa que cambió radicalmente una vez que pasó a los cuidados de Ana Julia.

La mujer sin duda le cambió la vida a Júpiter: pasó de tener una reacción de defensa a ser el león más dulce y tierno de todos, incluso demostró su enorme capacidad de abrazar y besar a su querida rescatista.

Sin embargo, las autoridades decidieron que Cali no era el lugar indicado para Júpiter, así que se encargaron de trasladarlo al zoológico Los Caimanes en Montería, Córdoba, para que pudiera estar más tranquilo y rodeado de otros animales.

Tristemente la solución resultó ser peor que el problema mismo. Tras casi dos años bajo la tutela del zoológico Júpiter perdió todo lo que había progresado y su estado de salud comenzó a empeorar de poco a poco: ahora, lleva más de un mes en estado crítico, come poco, tiene daños importantes en sus riñones e hígado, además de una anemia galopante. De acuerdo con Ana Julia, quien lo ha ido a visitar varias veces, Júpiter está agonizando, así que se gestionó con el gobierno la forma de llevarlo de nuevo a su santuario.

Sin embargo, hace poco el león demostró con pequeños gestos y movimientos que aún tiene ganas de vivir. Ana Julia lo visitó en su corral y el enorme gato le devolvió el gesto con un esforzado abrazo y unos cuantos besos.

‘’Estoy feliz, después de 11 meses he vuelto a recibir sus besos, me besó como cinco veces. Lo encontré erguido, divino; empecé a acariciarlo y a mimarlo, le dije que lo quería’’.

A pesar de los esfuerzos del león, el diagnostico de Júpiter no es para nada bueno; se encuentra sufriendo de un cáncer hepático terminal y está próximo a partir de este mundo, después de 20 años de cuidados en Villa Lorena bajo el amor y cariño de Ana Julia.

Su historia se ha hecho conocida en el país y se han organizado varios ‘velatones’ y cadenas de oración por el felino.

A pesar del poco tiempo que le queda a este rey de la selva; su cuota de amor hacia su rescatista no se acaba y nos demuestra que a pesar de todo el sufrimiento que los humanos le causamos aún tiene amor para repartir.

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