A miles de kilómetros, prácticamente del otro lado del mundo, existen tribus que han llevado su vida lejos de la Tierra y en medio del mar. Entre ellos se encuentran los bajau.

Son conocidos como los nómadas del mar o gitanos del mar y autodenominados Sama. Los bajau son una tribu que habita en Filipinas, principalmente en el archipiélago de Joló. Ubicado en el suroeste de dicho país, así como en la península de Zamboanga. Sin embargo, más allá de las islas que delimitan el sitio donde viven, los bajau, así como otras tribus cercanas han hecho su vida sobre el mar.

Si bien bajau es el nombre más común para referirse a esta tribu. Ellos se autodenominan Sama. Y existen tres grupos generales para identificarlos.

Los Samala Lipid que son aquellos que viven en las costas en cabañas.

Los  sama darat son aquellos bajau que llevan una vida en la tierra.

Los bajau laut (o también Sama Dilaut) son los que aún viven en el agua.

Estos últimos son pertenecientes a la tribu que bucea, tienen facilidad para aguantar la respiración hasta por 13 minutos, y descender hasta 60 metros bajo el mar. Es decir, se trata de individuos particularmente adaptados a este estilo de vida.

Foto: Steemit

Según el estudio realizado por Melissa Llardo, del Centro de la Universidad de Copenhague, Los Bahau han pasado por cambios en su anatomía que les permite hacer dichas hazañas. Uno de los cambios o modificaciones en los órganos  de los Bahau, se ha dado en el bazo, que es el órgano con múltiples funciones con nuestro sistema inmunológico pues contiene los glóbulos blancos. El bazo regula también los líquidos en el cuerpo y por lo tanto la cantidad de sangre que tenemos. Por lo general, se considera que el bazo tiene el tamaño de un puño y aunque es posible vivir sin éste, en el caso de los bajau es una fuente importante para el oxígeno en la sangre, motivo por el cual este órgano es considerablemente más grande en ellos.

La doctora Llardo visitó varias veces la comunidad y comenzó su investigación con el apoyo de la tribu. Ella relata en The Atlantic que cuando buceó con Pai Bayubu, un miembro de la isla pudo observar la facilidad que tienen para descender en el océano.

«Él la apuntó y después ahí estaba. Debajo del agua, los bajau están tan cómodos como casi toda la gente lo está en la tierra. Ellos caminan en el suelo oceánico. Tienen el control total de su respiración y su cuerpo. Ellos pescan con anzuelo, sin problema, al primer intento».

Foto: © James Morgan

Es posible, aunque no se tiene certeza, que sus peculiaridades puedan ser otro de los motivos que eviten su desplazamiento, así como la supervivencia de su modo de vida y tradiciones que por décadas han sido motivo de discriminación e incomprensión.

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