Se nos va la vida pensando en lo que necesitamos, en nuestras metas y objetivos, pero pocas veces nos detenemos para hacer algo tan simple como dar las gracias. Parecerá un gesto sin importancia, pero no hay nada que sea más reconfortante que hacerle un favor a alguien y sentir que esa persona está agradecida con nosotros, simplemente nos llena.

Y lo más interesante es que no es algo que solamente los seres humanos seamos capaces de transmitir, hay animales que no necesitan hablar para hacernos saber todo lo que sienten. Hay quienes critican la cercanía que uno puede llegar a tener con ellos, pero como dice la famosa frase: «mientras más conozco a la gente, más quiero a los animales».

Son seres mucho más sinceros que a lo que estamos acostumbrados, como este canguro hembra de trece años, que no para de abrazar a sus rescatistas.

El animal fue encontrado hace dos meses y responde al nombre de Abigail, pero es mejor conocida como ‘Reina Abi’. A este bello ser vivo se le va el día abrazando a las personas que la cuidan en el Kangaroo Sanctuary, ubicado en Alice Springs (Australia). Abigail perdió a su madre cuando tan solo tenía unos meses de nacida, y los voluntarios decidieron encargarse de su crianza.

Facebook: The Kangaroo Sanctuary Alice Springs

 

En Australia, se cree que están sobrepoblados de canguros. Es por ello que la venta de carne de este animal es admitida, y la exportación de productos relacionados a la especie representa 29 millones de dólares al año y unos 4.000 empleos en el país de Oceanía.

Facebook: The Kangaroo Sanctuary Alice Springs

Sin embargo, los recientes incendios que se han desatado en la zona y que afectan la flora y fauna, seguramente reducirán las cifras de ejemplares vivos, por lo que será necesario chequear nuevamente la cantidad para evitar una extinción. Por suerte, también hay un buen número de voluntarios preservando la vida de los canguros y de todo tipo de especies:

Cuando pierden a su madre (por ser tan familiares), la vida de los canguros se encuentra en alto riesgo. Es por ello que es aún más aplaudible la labor de este refugio, quienes no solo le han brindado la comida y los cuidados que necesitan, sino también el cariño.

El fundador del santuario (sin fines de lucro), Chris Brolga, se motivó a crear el refugio al enterarse que el centro asistencial más cercano de la zona silvestre se encontraba a 1500 km de distancia. Su espacio cuenta con 188 acres de terreno y ofrece recorridos a sus visitantes. Gracias por brindarles una segunda oportunidad. 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here