En Cordica 21 trabajan 10 jóvenes de entre 20 y 25 años que reciben a los clientes, toman el pedido y llevan las bebidas y alimentos hasta las mesas. Pero este café ubicado en Guadalajara no es como cualquier otro, pues sus trabajadores tienen Síndrome de Down.

El proyecto se planeó desde hace dos años y “más que un negocio se trata de una cafetería-escuela, donde los chicos aprenderán a ser productivos por sí mismos, para que en un futuro aspiren a proyectos más grandes”, cuenta Laura Ruiz, integrante del proyecto, a Animal Político.

Los 10 jóvenes (4 mujeres y 6 hombres), que pertenecen a la organización desde pequeños, laboran en grupos de 2 o 3, por turnos de 2 horas y su trabajo es remunerado.

Cordica 21 es el primer café en el país atendido por personas con Síndrome de Down y discapacidad mental.

“Sólo queremos acompañarlos en cada etapa de su vida y ayudarlos a que desarrollen cada una de sus capacidades en un entorno de inclusión”, dice Laura.

La historia de Cordica 21 se remonta un par de décadas atrás, cuando nació como un club deportivo de futbol para personas con Síndrome de Down, pero con el paso de los años se convirtió en una organización que ofrece desde terapias físicas, talleres de baile, teatro y pintura hasta espacios para incursión laboral.

Un difícil mercado laboral

“Por la mañana ellos trabajan y en la tarde realizan otras actividades, incluso entre nosotros hay futbolistas que pertenecen a la selección nacional de futbol de personas con Síndrome de Down y han viajado a mundiales”, comenta Laura, quien lamenta que en el país haya tan pocas oportunidades laborales para personas con éste u otros trastornos genéticos.

De acuerdo con cifras del INEGI, en México hay un aproximado de 7.1 millones de personas con alguna discapacidad, de las cuales se calcula que unas 250 mil tienen Síndrome de Down. La brecha en las oportunidades laborales es amplia, de cada 10 personas con dicho trastorno sólo 4 cuentan con un trabajo remunerado, a pesar de ser personas productivas, señala el instituto.

Por ello es que los integrantes de Cordica 21 resaltan la importancia de proyectos como el de su cafetería-escuela, que en palabras de Laura “significan un espacio de crecimiento personal y profesional para personas con Síndrome de Down o discapacidad mental”.

Además de ‘Coffe Cordica 21’, los integrantes de la organización ya tienen en mente otros planes, como un espacio para personas con discapacidad de la tercera edad, que en la mayoría de los casos dejan de asistir a terapias o centros de educación por temas de edad, pero que de cualquier requieren de espacios para seguir desarrollándose.

Laura asegura que su plan a futuro es llevar el proyecto de la cafetería a otras entidades del país, ya que además de tener lista de espera de personas que quieren laborar allí, buscan que cada vez haya “mayores oportunidades y espacios para el desarrollo de este sector”. Incluso cuenta que organizaciones de Cancún y Monterrey se han contactado con ellos para replicar el modelo en sus ciudades.

Por lo pronto, el concepto de ‘Coffe Cordica 21’ ha resultado un éxito en Guadalajara, y es visitado por decenas de personas al día. Su horario es de lunes a viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde.

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