La cuarentena ha afectado los estudios de muchos jóvenes que no cuentan con los medios para aprender mediante clases virtuales. Sin una computadora ni conexión a internet, acceder a la plataforma se vuelve imposible.

Por ese motivo, este profesor ejemplar llamado Gerson Ames Gaspar está determinado a dar lo mejor de sí para que sus alumnos en extrema pobreza continúen con sus estudios. Cada día camina 10 kilómetros por las calles de su comunidad visitando casa por casa para dar la lección del día.

Un pizarrón es más que suficiente

Por supuesto, esta rutina la hace con el debido protocolo de seguridad

Este profesor ha demostrado que, cuando las ganas de hacer algo son más grandes que las adversidades, siempre hay una manera de lograrlo. Para él dejar a los jóvenes sin educación no era una opción, así que solo fue suficiente una pizarra, una bocina y una mochila para entregar su conocimiento.

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