Según contó el autor de la imagen, ambos animalitos habían perdido a sus parejas. Estaban consolándose. 

Los animales sienten e incluso piensan muy parecido a los seres humanos. Son capaces de emocionarse tanto o incluso más que nosotros, además de entender y distinguir lo malo de lo bueno.

En uno de esos escenarios de reflexión, fue que el fotógrafo Tobias Baumgaertner capturó a una pareja de pingüinos mirando el horizonte de Melbourne (Australia). Según contó el profesional, ambos habrían perdido a sus parejas, por lo que estarían «reflexionando», consolándose y resignando lo que alguna vez tuvieron. 

La emocionante imagen es el reflejo de una gran emoción, concordante con el relato de Tobias Baumgaertner, quien publicó las imágenes en su cuenta de Instagram.

«En momentos como este, los verdaderamente afortunados son aquellos que pueden estar con la persona / personas que más aman. Capturé este momento hace aproximadamente un año. Estos dos pingüinos posados ​​sobre una roca con vista al horizonte de Melbourne. Estuvieron allí durante horas, revoloteando, observando las brillantes luces del horizonte y el océano.

Un voluntario se me acercó y me dijo que la blanca era una anciana que había perdido a su pareja y aparentemente también lo hizo el hombre más joven de la izquierda. Desde entonces, se reúnen regularmente para consolarse y permanecer juntos durante horas mirando las luces danzantes de la ciudad cercana.

Pasé 3 noches completas con esta colonia de pingüinos hasta que pude obtener esta imagen. Entre no poder o no se les permite usar las luces y los pequeños pingüinos que se mueven continuamente, frotando sus aletas en la espalda del otro y limpiándose unos a otros, fue muy difícil disparar, pero tuve suerte en un hermoso momento. Espero que disfruten este momento tanto como yo».

Relató Tobías en su publicación de Instagram.

Tobías se ha especializado en relatar la vida salvaje, a través de impresionantes imágenes. Sus retratos son capaces de traspasar emociones.

En esta ocasión compartió la fotografía de este par de pingüinos viudos, tomada en 2019 pero que encaja perfecto con el momento que vive nuestra sociedad.

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