Solo necesitaban un poco de intimidad. Lo que diferentes zoólogos y veterinarios del Ocean Park, un zoológico de Hong Kong, han intentado durante 10 años, el coronavirus lo consiguió en apenas unos días de cuarentena del ser humano.

Los veterinarios del centro llevaban 10 años buscando un incentivo para que Ying Ying y Le Le, dos ejemplares de osos panda, se aparearan para incrementar el número de animales de la misma especie en las instalaciones. El lunes, por fin, emitieron un comunicado en el que informaban que la pareja de enamorados había empezado a copular.

El apareamiento natural es extremadamente emocionante para todos nosotros, ya que la posibilidad de embarazo a través esta vía es mucho mayor que por inseminación artificial””, indicó el Ocean Park en la nota de prensa.

Debido al coronavirus, el zoológico permanecía cerrado al público desde el pasado mes de enero, hecho que dotó al recinto de una tranquilidad inusual, casi natural, lo que ha provocado que los pandas se relajen y mantengan relaciones íntimas.

“Desde finales de marzo, Ying Ying comenzó a pasar más tiempo jugando en el agua, mientras que Le Le ha estado dejando marcas de olor alrededor de su hábitat y buscando a Ying Ying a través del olfato”, escribieron los especialistas.

Como explica el centro, esto no quiere decir que los pandas vayan a tener descendencia con seguridad. Michael Boos, director ejecutivo de Ocean Park, explica que “si tiene éxito, se pueden observar signos de embarazo, incluidas las fluctuaciones del nivel hormonal y los cambios de comportamiento a principios de junio, aunque siempre existe la posibilidad de que Ying Ying pueda experimentar un pseudo embarazo”.

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