Asturias amanece en estado de alerta y la tónica general es la prudencia. La imagen de primera hora de ayer de colas kilométricas para entrar en el supermercado y estanterías arrasadas contrasta con la de hoy, donde la gente espera ordenada su turno para comprar el pan y guardan la distancia de seguridad para evitar contagios. El primer domingo del estado de alerta deja colas civilizadas a las puertas de las panaderías de la región y demás establecimientos que venden productos de alimentación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció pasadas las nueve de la noche y anunció que, desde la pasada medianoche, cuando se publicaron las medidas en el ‘Boletín Oficial del Estado’ (‘BOE’), se restringen las salidas a la calle de los ciudadanos. Solo podrán ir a comprar alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad (gafas, ortopedias); a sus lugares de trabajo; a su residencia habitual; podrán acudir a cuidar a los mayores y dependientes; a los bancos, a las peluquerías y a las tintorerías; sacar a pasear a sus mascotas y también podrán salir si hay motivos de «causa de fuerza mayor o situación de necesidad». Y siempre, en todos esos casos, señaló el presidente, manteniendo una distancia mínima de un metro para evitar posibles contagios. Esos establecimientos quedarán abiertos frente a la inmensa mayoría que deberán echar el cierre: todos los centros educativos, museos, cines, bares, restaurantes (menos los que sirvan comida a domicilio), gimnasios, piscinas…