¿Angustiado por la lista de útiles, el uniforme y la matrícula escolar? Conoce la historia de este matrimonio que decidió darle un vuelco a su vida y viajar por el mundo educando a sus hijos.
Renato estaba «cansado» del día a día. Sabía que es lo que debía hacer un miércoles a las 3:00pm. Sabía que los domingos debía ayudar a su esposa con el planchado del uniforme de sus hijos para el día siguiente. Estaba cansado de las largas reuniones escolares entre padres de familia, en la que se hablaba de todo menos de cosas importantes. Es por eso que le planteó a su compañera de vida la idea de viajar por el mundo mientras educan a sus hijos.
«Me costó convencerla, no es fácil decirle a tu esposa que deje su vida actual por algo nuevo, que haga una pausa a sus tareas diarias por irnos a Tailandia o Europa» Nos cuenta Renato.
Sin embargo, hicieron cuentas y sorprendentemente podían gastar menos que estando en casa. Incluso hasta llegar a ahorrar.
«La idea se fue materializando debido a que le mostré a María una tabla de excel con todos los gastos que hacemos mes a mes con los chicos en el Cole. Uniformes, libros, cuadernos, útiles, la matrícula anual, la pensión mensual, la movilidad, la comida diaria. Parece mentira pero es mucha plata que estamos obligados a pagar, creyendo muchas veces que nuestros hijos están siendo cuidados o aprendiendo más que en otro lado». Renato lo cuenta y mientras los hace esboza una sonrisa.
«Incluso y debido a que el colegio es todo menos algo recreativo para ellos, tenemos que invertir en recreación los fines de semana. ¿Tú crees que ahora mis nenes me piden ir al cine luego de haber estado en un campo de tulipanes en Holanda o después de ver la Torre Eiffel en París?. Hemos bañado elefantes en Laos y hemos aprendido mientras lo hacíamos, pero también nos hemos recreado»
Renato y María tienen 3 hijos y piensan seguir de viaje. También nos aclaran que esta decisión no es solo suya. «Les preguntamos a ellos y nos dijeron que si, que querían al menos probarlo por un año. Ahora ellos están planeando el itinerario del siguiente año. Definitivamente somos más felices, más unidos. Paso realmente tiempo con ellos»
Además responden algunas críticas que reciben por la forma en la que piensan. «Claro que esta forma de vida no es para todos, yo tengo una casa que ahora alquilo y genero ingresos con el alquiler. Pero también trabajo de manera remota, por lo que cualquier lugar que tenga internet me sirve. ¿Qué mis hijos no tienen amigos? ¡Ahora tienen amigos de todo el mundo y continúan en contacto! La ventaja de eso frente al colegio es que ellos eligen sus propios amigos, no porque estén en su salón. Además aprenden de geografía e historia en los mismos lugares donde ocurren las cosas».
Sin duda una historia que demuestra que la felicidad uno también la puede crear y formar a su propia manera.
Renato y María además educan a sus hijos a distancia, ellos dan exámenes que son validados por el ministerio de educación de su país.