El distrito de Machu Picchu Pueblo se convirtió en la primera ciudad 100% sostenible del Perú y Latinoamérica, gracias al manejo casi total de sus residuos orgánicos e inorgánicos.

Para corroborar ello, se inauguro hoy la Planta de Valorización de Residuos Orgánicos en el distrito de Machu Picchu Pueblo.
Según explicó Miguel Atausupa, gerente de Gestión Ambiental de dicho municipio, esta planta tiene la capacidad de procesar cuatro toneladas de residuos y generar biocarbón o carbón vegetal, un fertilizante natural que ayudará a intensificar la productividad agrícola del suelo en la zona.
Detalló que la planta está constituida por tres máquinas encargadas de compactar, deshidratar y pirulizar o someter a altas temperaturas los residuos orgánicos que se generan en el distrito de Machu Picchu y que representan más del 60% de los residuos totales generados en esa localidad cusqueña.
El acto de inauguración contó con la participación de la viceministra del Ambiente, Albina Ruiz; el alcalde distrital de Machu Picchu, Darwin Baca; así como los representantes de las empresas que contribuyeron a la implementación de esta planta, el Grupo Aje y la cadena de hoteles Inkaterra, Jorge López-Doriga y Lisa Masías, respectivamente.
La viceministra Albina Ruiz destacó que la puesta en funcionamiento de la planta de valorización de residuos orgánicos ha sido posible gracias al trabajo articulado del gobierno local, la empresa privada y la sociedad civil que, en el caso de la población del distrito de Machu Picchu ya segrega en 90% sus residuos sólidos.
Sostuvo que esta experiencia pionera en el tema ambiental y de correcta gestión de los residuos coloca a Machu Picchu a la vanguardia de la sostenibilidad en el Perú y América Latina.
Agregó que servirá como punto de partida para futuras plantas similares en otras partes del país, sobre todo en las áreas naturales protegidas por el Estado.
También resaltó que esta planta cuyo equipamiento es de tecnología peruana, permite reducir el impacto del efecto invernadero. Ello dado que los residuos sin tratamiento generan gas metano que afecta la atmósfera, pero el carbón vegetal producido por la planta y el proceso de pirulización captura el dióxido de carbono o CO2 y eso reduce el daño a la atmósfera.
Por su parte, Jorge López-Dóriga, director ejecutivo de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE, sostuvo que con la Planta de Valorización de Residuos se cierra el círculo sostenible iniciado en el año 2017 con la Planta de Transformación de Aceite en Biodiesel y Glicerina, así como la Planta Compactadora de Residuos Plásticos.

Planta de biodiesel

Respecto a la planta de biodiesel, el ejecutivo explicó que la maquinaria que opera desde el 2017 transforma el aceite quemado de los restaurantes que operan en el distrito de Machu Picchu, evitando que sea arrojado y contamine las aguas del Vilcanota, el río sagrado de los incas.
Según estudios, un solo litro de aceite de cocina arrojado al río contamina 1,000 litros de agua.
López-Doriga detalló que la máquina recicla actualmente alrededor de 600 galones de aceite de cocina, lo que produce en la mencionada planta unos 40 galones de biodiesel diario.
El proceso de reciclaje consiste en que el aceite usado se purifica con cernidores. Luego se deja reposar 72 horas para separar el aceite del agua. Una vez logrado se trasvasa a otros cilindros durante varios días para obtener el aceite.
Cuando ya está listo se mide el índice de acidez para saber qué cantidad de soda cáustica y metanol se usará para hacer la mezcla y lograr el biodiesel.
Otro aspecto importante del biodiesel disminuye las emisiones de carbono en 44%, comparativamente con el combustible tradicional y se destina a la limpieza pública y combustible.
En esta planta también se logra extraer glicerina, utilizado como artículo de limpieza en los diversos locales de la comuna, así como en los colegios Inca Pachacútec y La Salle del Cusco.

Planta compactadora de residuos plásticos

Sobre la planta compactadora de residuos, López-Doriga indicó que esta procesa mensualmente 30 toneladas de residuos plásticos y sólidos.
Esto genera un impacto positivo en los más de 2,000 turistas que visitan diariamente el distrito, pues ya no existe acumulación de plásticos sin procesar.
Afirmó que los alentadores resultados de esta iniciativa son un ejemplo de lo que se puede lograr cuando las empresas privadas y las autoridades estatales colaboran en búsqueda de un mismo objetivo.
Asimismo, es el primer paso para seguir impulsando el Plan de Gestión de Residuos y evitar que los desechos que deja diariamente la actividad turística tenga un efecto nocivo en el paisaje y el ecosistema de Machu Picchu, el principal destino turístico del Perú que cautiva al mundo.
Con esta planta, los residuos plásticos son procesados y reciclados con más velocidad. Después, son transportados al kilómetro 59 de la localidad de Pachar, donde la Municipalidad Distrital de Machu Picchu tiene el punto de transferencia y se comercializa el material compactado.
De esta manera, el distrito de Machu Picchu se convierte en la primera ciudad 100% sostenible del Perú y Latinoamérica.
Anteriormente, el Grupo AJE donó una compactadora de plástico que contribuyó en gran medida a solucionar el problema de la basura acumulada por la gran afluencia de turismo en la ciudadela.
Esta acción ayudó también a evitar que el principal destino turístico del Perú y una de las siete nuevas maravillas del mundo ingrese a la lista de patrimonios en riesgo de las Unesco. Ello teniendo en cuenta que el Santuario Histórico recibe alrededor de 4,000 visitas diarias.
En 2018, visitaron la ciudadela inca de Machu Picchu 1 millón 492 mil 328 personas, entre peruanos y extranjeros, y la tasa de crecimiento del turismo en este Santuario Histórico se estima en torno al 10%.

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