Es evidente que nunca podremos conocer cada rincón del mundo pero en un mundo de infinita imaginación y de un sinfín de sueños todo es posible. El no estar condicionado a un solo espacio puede llegar a ser muy liberador, las ganas de llegar a lugares insólitos, rodeados de naturaleza que te permiten conectar con la máxima creación se ha vuelto una necesidad para muchos que prefieren gastar su dinero en experiencias que a lo largo del tiempo se convertirán en recuerdos imborrables.

Un estudio reciente realizado por American Express determinó que el 70 % de los millennials quieren una experiencia personalizada de viaje para sus vacaciones, y que esta es una generación que prioriza el viaje sobre otras cosas. A diferencia de lo que se pensaba esta es una de sus prioridades y no les importará destinar gran parte de su salario en servicios realmente especiales y diferentes. Es por eso que ahora la tendencia de los hoteles efímeros, montados en un lugar y periodo específico, es una que no para de crecer.

La idea es bastante sencilla y la realización, lujosa: instalar carpas en distintos lugares del mundo, como desiertos, cuevas, glaciares, islas, selvas y montañas, y que estas incluyan su propio baño y dependiendo del viaje, hasta de un chef privado y un propio guía para realizar actividades, tales como caminatas, hiking o montar bicicleta. Las camas son comodísimas, y las almohadas y las sábanas parecen sacadas de un hotel convencional de cinco estrellas. Envolverse por la naturaleza nunca había sido tan exclusivo.

Pero las carpas llegan y se van. El servicio es por un tiempo. Por ejemplo La cadena Marriot, vio una oportunidad durante el Festival Coachella 2018 e instaló unas carpas estilo safari durante el evento. Fue un éxito rotundo y lo harán de nuevo el próximo año. Y es que de lejos es un buen negocio.

Otra empresa es EXP Journeys que ofrece albergue por 2.500 dólares la noche. Su mayor promesa es que el lugar en el que estés es para ti y nadie más.

Amazing Escapes. Es otra de las empresas del rubro Su director, Vincent Raisiere, ha comentado que hasta ahora la gente no puede creer lo cómodo que es quedarse en una de sus carpas. “Lo tienen que vivir”, exclama frente a los escépticos del camping. Aunque claro, solo quienes estén dispuestos a pagar 10 mil dólares por cinco noches con una vista increíble desde un prado en Suiza, o en un atolón en las islas Maldivas, tendrán tal oportunidad.

 

Una línea de cruceros Silversea, está llevando la experiencia a otro nivel; pues no basta el paseo por altamar. Para ellos, la experiencia en tierra debe de ser igual de importante. Así uno puede parar por costas paradisiacas y para hacerlo la empresa ofrece todas las movilidades: desde helicópteros hasta camionetas. Los precios en Silversea oscilan entre los 8 mil a los 23 mil dólares. Otra empresa es Great Plains Conservation dedicada a la preservación de la naturaleza en Kenya y Botswana. Lo que ofrece es un hotel que esté en contacto directo con la aventura y que te haga sentir que se está moviendo al ritmo de los tigres.

 

Vale la pena preguntarse, ¿qué tanto estamos dispuestos a pagar por una experiencia que no se repetirá nunca más? ¿Estamos valorando lo que tenemos cerca y actualmente no nos cuesta tanto? Como es el caso de los lodges en la Selva sus precios todavía son accesibles y te permiten vivir una experiencia no muy alejada de los lujos que ahora son tendencia.

Una de las primeras empresas que se dedican a crear hoteles temporales en lugares hermosos es Black Tomato, creada por un grupo de apasionados por los viajes y por la libertad. Uno de sus destinos más cotizados está muy cerca: en la magia del salar de Uyuni, en Bolivia. Otros quedan más lejos, como sus opciones en Marruecos. Para proponerte un viaje, te preguntan en qué temporada quieres viajar y la razón del viaje: descubrir, conectar, tener una experiencia distinta. El viaje se diseña a medida.

 

 

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