Científicos crean nuevo tipo de sangre universal que podría salvarle la vida a miles de personas

La sangre es creada a partir de bacterias intestinales y no importa qué tipo de sangre seas.

Preocuparse por encontrar el tipo de sangre correcto para un paciente, pronto podría ser una cosa del pasado ahora que los científicos han desarrollado una técnica revolucionaria para crear un tipo de sangre ‘’universal’’.

Tres cuartas partes de la población mundial tienen uno de cuatro tipos diferentes de sangre:  A, B, AB y O. Los tres primeros tipos de sangre tienen diferentes cepas de antígenos y anticuerpos en la superficie de sus células sanguíneas las cuales provocan diferentes reacciones inmunitarias. Debido a que ciertas células sanguíneas de tipo A provocan respuestas inmunitarias contra las células sanguíneas tipo B, hasta ahora no se ha podido mezclar estos tipos de sangre durante operaciones o tratamientos.

Por otro lado, el tipo de sangre O se considera un tipo ‘’universal’’ porque solo contiene antígenos neutros que pueden interactuar de forma segura con los antígenos de otros tipos de sangre.

Ahora, en un innovador estudio de la Universidad de British Columbia, los investigadores dicen que han logrado identificar una enzima bacteriana que puede neutralizar los antígenos y hacer que sus respuestas inmunitarias sean inofensivas.

Curiosamente, los investigadores descubrieron las bacterias dentro de nuestro propio microbio intestinal. Al mezclar las bacterias con una muestra de sangre de tipo A, las bacterias eliminaron las células de sus antígenos agresivos y la convirtieron en una muestra de sangre tipo O universal.

‘’La transfusión de sangre es una parte indispensable del sistema de atención médica, ya que salva miles de vidas anualmente’’, escribe Peter Rahfeld en una investigación postdoctoral en la universidad. ‘’La sangre utilizada debe combinarse cuidadosamente ya que la transfusión con tipos de sangre no coincidentes puede llevar a consecuencias fatales’’.

Los investigadores ahora esperan poder desarrollar rápidamente el procedimiento para que los médicos puedan tener acceso prácticamente ilimitado a la sangre en todo el mundo.