7 efectos secundarios de viajar de los que nadie te habla

Aquí te contamos sobre 7 cosas que les suceden a los viajeros y que muchas veces quedan ocultas tras las hermosas fotos y anécdotas divertidas, pero que todos deberían saber antes de llegar a un lugar nuevo.

Siempre quedarás deseando más.

Viajar es maravilloso, conocer nuevos lugares, tener experiencias nuevas, hacer nuevos amigos, salir de la rutina, aventurarse por lo desconocido te vuelven en un viajero incansable. Es como si te picara un insecto y te dejará un virus que no tiene cura “el virus del viajero” a partir de ese momento, todo será diferente y pasarás por lo que todos los viajeros pasamos, el quedarte deseando más, el no haber regresado de un viaje y estar planeando el próximo, el buscar ofertas de vuelos constantemente, mirar el calendario y contar los días disponibles para vacaciones, el desear siempre más.

 

Todos se darán cuenta de que eres un turista

Es probable que comiences a actuar como un turista desde el momento en que te bajas del avión, porque créeme, eso se nota. ¿Cómo identificar a un turista? Probablemente estarán mirando un mapa tratando de ubicarse, o estarán sacando fotos de todo lo que ven, y son los primeros en dirigirse a la tienda de souvenirs. Además del idioma o el acento, claro está. Es totalmente normal que actúes como turista, ya que no conoces el lugar, no  sabes las costumbres, no sabes dónde está cada cosa y cada lugar. No es un problema, no te sientas mal, simplemente no podrás evitarlo.

 

Te vas a perder

A menos que nunca hayas hecho un viaje por tu cuenta o hayas salido del hotel sin un itinerario para conocer un lugar, no conozco a nadie que no se haya perdido alguna vez. Ya sea porque tu mapa está en otro idioma o porque tu aplicación de GPS no cargó bien o porque alguien te dio instrucciones muy confusas para llegar a tu destino, un viaje siempre implicará momentos en que no sabrás dónde estás. Muchas veces disfrutarás estar perdido, ya que es un lugar nuevo y siempre habrá mucho por ver y descubrir, pero si estás volviendo al hotel en la madrugada y sientes que has caminado el doble de lo que deberías, definitivamente no será muy entretenido.

 

No sabrás las costumbres y el idioma

Hay muchos países que tienen costumbres muy distintas a las que conocemos que sumado a las diferencias del idioma podrían traerte ciertos problemas, ya que será difícil para ti comunicarte para preguntar cómo llegar a un lugar, por ejemplo, o podrás pasar malos momentos porque no sabías que debías comportarte de cierta forma o usar alguna ropa específica. Por ejemplo, algunos países no te permiten entrar a ciertos lugares sin cubrir tu cuerpo de pies a cabeza, y en otros países es mal visto dejar propina en los restaurantes. ¡Y para qué hablar de las formas de saludar! Es todo muy diferente por lo que deberás investigar sus costumbres antes de ir.

 

Se aprovecharán de ti, a veces

Muchas veces es inevitable encontrarte con personajes desagradables durante un viaje. El taxista que no tiene taxímetro y que nunca sabrás si te cobró correctamente o inventó el precio, o el que lo tiene pero se da mil vueltas antes de llegar al lugar porque realmente estaba muy cerca, el vendedor de la calle que te hace “descuentos”, que probablemente eran mayores al precio original o el hospedaje que separaste por internet y que no era como pensabas, muy diferente a las fotos.

 

Aparecerá tu orgullo patriótico

Cuando uno sale fuera de su país, algo que pasa a diario es que te preguntan de dónde vienes. Puede que en un principio sea extraño hablar de tu país si la otra persona no lo conoce, pero con el tiempo te irás dando cuenta de que está lleno de gente que sí lo hace y cada vez te sentirás más orgulloso de tu tierra. Ya no vas a esperar que  te pregunten, vas a querer contar todo lo que en tu país hay, todo lo que tiene y lo que lo hace distinto.

No hay mejor sensación que escuchar a otras personas en diferentes partes del mundo hablar de lo maravilloso que la pasaron en tu país.

 

Extrañarás tu hogar

Planear un viaje es emocionante, vivirlo aún más, puede que hayas salido de tu casa con una actitud independiente, pensando que este tiempo para ti será lo mejor, pero no siempre es tan así. Generalmente nos volvemos más vulnerables al estar en un lugar que no nos es familiar. Si viajas solo o con amigos puede que empieces a extrañar a tu familia,  la comida, tal vez extrañarás a tu mascota, o nada más que tu insuperable cama y tu comodidad. Pero lo que se extraña en el fondo es esa sensación de estabilidad, que no se hace presente cuando estás todo el tiempo moviéndote y haciendo planes sin saber qué pasará en unos días.